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Albert Boada: Voluptas
Por Andrea García Casal, historiadora del arte y teórica

‘’Se buscan retiros en el campo, en la costa y en el monte. Tú también sueles anhelar
tales retiros. Pero todo eso es de lo más vulgar, porque puedes, en el momento que te
apetezca, retirarte en ti mismo. En ninguna parte un hombre se retira con mayor
tranquilidad y más calma que en su propia alma; […]’’.

Meditaciones. Marco Aurelio. 170-180 d.C.

El emperador romano Marco Aurelio fue un representante clave de la filosofía estoica,
es decir, aquella cuyo objetivo es mostrar que la serenidad y el autocontrol, sinónimo
de racionalidad, son las facetas primordiales que debemos desarrollar para tener una
existencia pacífica, al margen de preocupaciones. Este emperador filósofo afirmó que
no existe mayor y mejor retiro para desconectarse del mundo que refugiarse en el
propio interior: en el alma. Un lugar único, inaccesible para cualquier individuo,
excepto para el yo, para el sujeto que, protegido, se desvía de toda inestabilidad.

Así es como aborda el pintor Albert Boada (Barcelona, 1965) el enfoque de su serie
Voluptas. Un término enlazado con el amplio concepto de placer, el que negaba Marco
Aurelio y la filosofía estoica en general, ya que consideraban al placer como algo
detestable. Sin embargo, recurrir a las meditaciones no resulta baladí para investigar
Voluptas de Boada, debido a que sus personajes, frecuentemente mujeres, sí se
encuentran en un estado sereno, de pleno descanso. Esa tranquilidad de la que gozan
proviene justamente de su yo, del estado de paz que han alcanzado de por sí.
Sin embargo, contrariando al estoicismo, es cierto que regocijarse en la calma personal
resulta también un placer. Y lograr, en dicho momento, ‘’la salud del cuerpo y a la
imperturbabilidad del alma” (Epicuro, Carta a Meneceo, IV a.C), significa una plenitud.
Salvando las importantes diferencias entre estoicismo y epicureísmo —este último
fundado por el filósofo Epicuro—, los instantes de paz interior son fundamentales,
aunque conseguirlos puede ser todo un reto. Por eso afirmaba Marco Aurelio que ‘’en
ninguna parte un hombre se retira con mayor tranquilidad y más calma que en su
propia alma’’.

Los personajes de Boada en Voluptas practican la ataraxia, la ausencia de
perturbaciones; la paz vital asentada. La ataraxia es un tipo de voluptas, de placer,
para Epicuro. Con todo, no deja de ser un concepto amplio que engloba parte del
pensamiento de las Meditaciones de Marco Aurelio y de otras filosofías anteriores,
coetáneas al emperador y posteriores, sin falta de identificarse con placer-voluptas.

Protagonistas cuya mirada se encuentra perdida, pero no por falta de guía, de
propósitos, sino por la necesidad de observar el panorama sin fijarse en nada en
concreto. Es la mente relajándose y huyendo de la cotidianidad; los ojos reflejan
sosiego, no enfocan hacia nada, pero dejan ver el alma feliz de los personajes.
Asimismo, los cuerpos, en actitudes distendidas, refuerzan esta idea. Se localizan en
lugares más bien alejados, naturales, incluso arcádicos, pero, a la par, Boada se centra
en que apenas sean visibles, concediendo mayor relevancia a los personajes
representados. Está jugando con la percepción que tenemos acerca de estos lugares
idílicos tan vinculados al aislamiento del día a día. Esto recuerda la máxima de Marco
Aurelio, pues ‘’[s]e buscan retiros en el campo, en la costa y en el monte. Tú también
sueles anhelar tales retiros. Pero todo eso es de lo más vulgar, porque puedes, en el
momento que te apetezca, retirarte en ti mismo’’. Boada también trae a colación que
la salud es placentera y buscar el placer es necesario, pues el dolor fácilmente nos
encuentra.

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